Cada vez más empresas del sector construcción optan por firmar convenios preventivos con proveedores, una estrategia jurídica que permite anticiparse a conflictos y proteger sus recursos ante posibles litigios.
De acuerdo al abogado Fernando Gabriel Desentis Reyes, mediador certificado de Justicia Alternativa en el Estado de Jalisco, en un entorno tan complejo como el de la industria de la construcción —donde los retrasos, incumplimientos y diferencias contractuales son moneda corriente— los constructores comienzan a ver con buenos ojos una figura legal que, hasta hace poco, pasaba desapercibida: el convenio preventivo de conflicto mediante mecanismos de justicia alternativa.
Esta figura, promovida por Mediadores Certificados permite a las empresas constructoras suscribir acuerdos con sus proveedores antes de que surjan disputas, estableciendo de manera clara las reglas del juego para prevenir y resolver conflictos sin necesidad de llegar a juicio.
¿En qué consiste?
Un convenio preventivo, explica el también Contador Público Desentis, es un acuerdo formal —inscrito y validado por un centro de justicia alternativa— en el que las partes pactan, desde un inicio, cómo actuar en caso de desacuerdos. Esto incluye cláusulas de mediación, conciliación o arbitraje, y detalla procedimientos, tiempos de respuesta y criterios de evaluación. Al estar registrado en un Centro de Justicia Alternativa, este convenio tiene efectos legales similares a una sentencia judicial.
Ventajas para los constructores
1. Protección del patrimonio El beneficio más tangible es la posibilidad de evitar embargos, juicios largos o la paralización de obras que podrían poner en riesgo el flujo de caja y el patrimonio de la empresa. Al establecer mecanismos alternativos y rápidos de solución, se limita la exposición a litigios costosos.
2. Agilidad en la resolución de conflictos Los procesos en justicia alternativa suelen ser más rápidos que los procedimientos judiciales tradicionales. Esto permite a las empresas enfocarse en la continuidad operativa y evitar la pérdida de tiempo y recursos en tribunales.
3. Reputación y profesionalismo Firmar convenios preventivos muestra un enfoque profesional y transparente hacia los negocios, lo que puede fortalecer la relación con los proveedores, generar confianza y consolidar alianzas de largo plazo.
4. Flexibilidad y confidencialidad A diferencia de los procesos judiciales, los mecanismos alternativos permiten soluciones más personalizadas y confidenciales. Esto es especialmente valioso en un sector donde la imagen pública y la confianza del cliente lo son todo.
5. Reducción de costos legales Menos juicios implica menos gastos en abogados, peritajes, traslados y tiempo administrativo. En muchos casos, la mediación o conciliación representa solo una fracción del costo de un litigio.
Testimonio del sector
Para Juan Carlos Ávila, director jurídico de una desarrolladora inmobiliaria en Querétaro, “suscribir convenios preventivos ha sido una de las decisiones más acertadas. Nos permitió resolver un desacuerdo con un proveedor de acero en tres semanas, sin pisar el juzgado. Eso antes nos hubiera costado un año y cientos de miles de pesos”.
Un paso hacia la modernización legal del sector
El Lic. Fernando Desentis, Director General de Mediadores Certificados, nos comenta que la justicia alternativa ha sido tradicionalmente vista como una herramienta para conflictos familiares o vecinales, pero su uso en el sector empresarial va en ascenso. Cada vez más despachos especializados y cámaras de la construcción promueven su adopción como parte de una estrategia integral de prevención de riesgos.
Conclusión
En un entorno en el que los márgenes de ganancia pueden verse afectados por cualquier contratiempo, los convenios preventivos representan una herramienta legal inteligente. Para los constructores, no solo significan una vía para resolver conflictos: son una forma de blindar su patrimonio y asegurar la estabilidad de sus operaciones en un mercado cada vez más competitivo.